El Alzheimer es la forma más común de demencia, implica la pérdida de memoria y otras habilidades cognitivas que interfieren con la vida cotidiana. El Alzheimer no es una característica normal del envejecimiento, sin embargo, el factor de riesgo más importante es el aumento de la edad, y la mayoría de las personas con Alzheimer son mayores de 65 años. En sus primeras etapas, la pérdida de memoria es leve, pero en la etapa final, las personas pierden la capacidad de mantener una conversación y responder a su entorno.  

La necesidad de describir la navegación por un entorno físico utilizando señales visuales para orientarse y para informar al público  sobre dónde debe ir, como encontrar el camino y que hacer una vez allí siendo consciente de las limitaciones físicas del entorno y de las necesidades del usuario (Coates y Ellison 2014), es el  fundamento que permitirá que adaptemos el entorno doméstico para que el paciente con Alzheimer pueda adaptarse a estos cambios, un ser querido con demencia necesitará apoyo en el hogar a medida que la enfermedad empeore. 

Las personas con Alzheimer pueden vivir en sus casas, siempre que se tomen medidas de seguridad, desde el diseño podemos ayudar entendiendo cómo la persona con demencia percibe su entorno.